Colegio de Contadores Públicos Autorizados recibe al Gobernador
MENSAJE DEL GOBERNADOR DE PUERTO RICO
HONORABLE ALEJANDRO J. GARCÍA PADILLA
en ocasión de la Convención del Colegio de Contadores Públicos Autorizados de Puerto Rico
Hotel El Conquistador Resort, Fajardo
29 de agosto de 2013 1:00 p.m.
Estimados contadores públicos: Gracias por esta invitación en ocasión de su Convención Anual. Saben ustedes que me unen lazos muy especiales con la profesión y que también guardo un gran respeto por la contribución que hacen ustedes a Puerto Rico tanto en el sector público como en el privado. A lo largo de los años, la Asociación de Contadores Públicos Autorizados ha sido una voz de alerta al país. Han abogado ustedes, con buenos argumentos, por un sistema contributivo más equitativo y sencillo, pues saben que un país con cuentas sanas tiene un camino más claro para prosperar.
Como saben, no bien puse el pie en Fortaleza para asumir la responsabilidad de dirigir los destinos de nuestro país, tuve mi bautizo de fuego con el presupuesto de gastos del gobierno para el año 2013-2014. Les aseguro que no hay lección más grande de sobriedad y humildad que esa. Ante Puerto Rico, se alzaba un cuadro muy complejo, que daba vértigo, para describirlo en palabras suaves. Se trataba de enfrentar un escenario de endeudamiento severo que amenazaba con quebrarnos. El déficit alcanzaba la astronómica cifra de $2.2 billones y la degradación crediticia era una amenaza real. Especialmente grave era la situación de ciertas corporaciones públicas y del Sistema de Retiro. Por otro lado, no se había abonado al pago de la deuda y el Banco Gubernamental de Fomento ya no daba abasto tapando rotos y evitando el diluvio. ¿Cómo responder a esa situación a la vez que iniciábamos una obra de gobierno?
No era cosa de ponernos a saldar deudas para más tarde empezar a trabajar con las prioridades de generar empleo, bregar con la seguridad, transformar la educación y el sistema de salud, meterle mano a la infraestructura. Esas urgencias no podían esperar. Un presupuesto abarca un año, pero sus consecuencias van más allá, afectan a la generación presente, pero también a las que vienen. Un presupuesto es un compromiso de futuro. Había que cuadrar ingresos y gastos, pero a la vez contar con un instrumento para adelantar el bien general de la tierra que amamos, donde criamos a nuestras familias y trabajamos el porvenir.
Así que respiramos hondo y logramos elaborar un presupuesto con el suficiente nivel de equilibrio como para mostrarle al país y a nuestros acreedores que Puerto Rico iba a pagar porque había empeñado su palabra y que la palabra se cumple. No quiero entrar en detalles que ustedes conocen muy bien, pero se logró abonar sustancialmente al pago de la deuda, incurrir en un refinanciamiento menor y nos aseguramos de que mucho del gasto nuevo fuera para sanear nuestro cuadro de obligaciones. El Sistema de Retiro de los empleados públicos se salvó con justicia para los jubilados y para los que aún sirven al país. Los recaudos no van a caer en saco roto. Su destino está asignado y se rendirán cuentas sobre eso. También nos hemos comprometido a una estricta fiscalización para evitar la evasión —que es un fraude al país— y a un control estricto del gasto gubernamental, que desde enero ya ha generado economías importantes, sin que se descuiden los servicios y el programa de gobierno. Amigos y amigas CPA’s:
En ese proceso duro, hacer un presupuesto es también un ejercicio de democracia y gobernanza. No era un cuadre a la trágala. Tiene que ser el producto de una conversación franca y de una negociación honesta. Con el país, al principio y al final del proceso. Que un presupuesto sale mejor cuando convoca diversos enfoques y opiniones, como las que ofrecieron ustedes con mucha responsabilidad. Muchas de las recomendaciones recibidas —en buena medida generadas por ustedes— fueron incorporadas al documento final; otras, me han hecho pensar sobre gestiones que debemos emprender para optimizar tanto el desarrollo integral de Puerto Rico como el manejo de sus recursos fiscales. Las considero un punto de partida fundamental para afinar las estrategias de recuperación para nuestra economía y para construir bajo bases sostenidas y sostenibles, nuestro futuro inmediato.
Los intercambios francos y honestos sobre las finanzas públicas no se detuvieron al presentar el presupuesto. Los contadores públicos autorizados han insistido, con justa razón, que entre las claves para enderezar nuestros esquemas de financiamiento público es necesario que identifiquemos las deficiencias de nuestro ordenamiento contributivo con miras a formular alternativas que puedan mejorar nuestro sistema o, inclusive, constituirse en una verdadera y modélica reforma contributiva.
Por estas razones de peso (y de pesos), es que he firmado una Orden Ejecutiva para crear el Grupo Asesor de Reforma Contributiva. Este Grupo estará encargado de analizar el sistema contributivo vigente, su funcionamiento y las normas jurídicas que lo regulan. Ello, con el propósito de que me rindan un informe que incluya su análisis, el diagnóstico y sus recomendaciones sobre las medidas a tomar para construir un sistema contributivo efectivo y justo. Esto se hará con un espíritu de consulta con el mayor número posible de grupos de interés, de forma que pueda recoger el sentir de los diversos sectores del País.
El Grupo Asesor de Reforma Contributiva estará compuesto por un máximo de once (11) miembros, presidido por la Secretaria de Hacienda y entre sus miembros habrá, por lo menos, un contador público autorizado del sector privado. Ninguna reforma contributiva se puede lograr sin el insumo y el peritaje de profesionales como ustedes. El Grupo Asesor de Reforma Contributiva, de once miembros, estará encargado de analizar el sistema contributivo vigente, su funcionamiento y las normas jurídicas que lo regulan. Deberán rendirme un informe de análisis, diagnóstico y sus recomendaciones sobre las medidas a tomar para construir un sistema contributivo efectivo y justo.
En el espíritu de consulta con el mayor número posible de grupos de interés, el Grupo Asesor de Reforma Contributiva, contará con la participación de representantes de la sociedad civil. Como les dije, el Grupo está presidido por la secretaria de Hacienda, Melba Acosta Febo, y los demás miembros de la Rama Ejecutiva, el director de la Oficina de Gerencia y Presupuesto; el presidente del Banco Gubernamental de Fomento; y el secretario de Desarrollo Económico y Comercio. Los dos restantes, uno será designado por el presidente del Senado, Eduardo Bhatia Gautier, y el otro por el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime R. Perelló Borrás.
Déjeme detallarle qué es lo que deberá evaluar este grupo, que no es poca cosa:
• La interacción entre los sistemas contributivos del gobierno central y de los municipios y su impacto sobre los individuos y las corporaciones.
• Qué hace falta reestructurar, eliminar o ampliar para que esos sistemas contributivos logren el doble objetivo de asegurar los recaudos que necesita el gobierno para su operación y que contribuyan al desarrollo económico de Puerto Rico.
• Qué hace falta cambiar de los créditos contributivos y tratos preferenciales de esos sistemas para adecuarlos al plan de desarrollo económico.
• Cuán justo o injusto son los sistemas contributivos para los asalariados, sobre todo de la clase media, y cuán justos o injustos son con las industrias y otras empresas privadas.
• Si Hacienda posee los recursos necesarios para cumplir su deber de imponer y cobrar las contribuciones sobre ingresos y el IVU, y de no tenerlos, qué hace falta.
• Comparar los sistemas contributivos de Puerto Rico con los de países con prioridades económicas y sociales similares a las nuestras y que han probado ser exitosos.
• Lograr los anteriores objetivos a través de un amplio proceso de consulta que incluya a todos los grupos de interés.
Paralelamente, —y esta idea ha sido sugerida en muchas ocasiones por ustedes,— se trabajará en una reforma de las estructuras del Estado porque una reforma contributiva tendrá verdadero impacto cuando se acopla a un aparato gubernamental ágil, eficiente y fundamentado en la conectividad. Un Grupo de Trabajo de Reorganización de la Rama Ejecutiva estará encargado de analizar, diseñar, recomendar, adoptar y encaminar la ejecución de iniciativas de costo— eficiencia y reorganización gubernamental— con el objetivo principal de reducir el gasto público. Las iniciativas también deberán estar orientadas a mejorar la agilidad y calidad de los servicios a la gente.
Como pueden ver, desde nuestras conversaciones sobre el presupuesto, hemos avanzado en la planificación de las dos reformas más importantes que se requieren para un manejo realmente efectivo del dinero del país. Al mismo tiempo, la tasa de desempleo ha bajado, la tasa de participación ha subido. El crimen ha bajado. Cuidado con el síndrome de la crisis. Puerto Rico produce más talento por milla cuadrada que cualquier otro país. Les agradezco sus recomendaciones y cuento con ustedes para seguir adelante en esta tarea de lograr un gobierno más eficiente que asuma con mayor agilidad su responsabilidad pública.