Mensaje al País sobre la revisión crediticia
Compatriotas:
En estos momentos de dificultad, quiero hablarles personalmente a cada uno, como en la sala o el balcón de sus casas. Quiero hablarles sobre el crédito de Puerto Rico, sobre la situación actual y cómo es que juntos la enfrentaremos. Ha llegado la hora de pagar las cuentas de lo que otros tomaron... y se fueron sin pagar.
Quien dude que Puerto Rico va a salir más fuerte que nunca de esta coyuntura, no conoce a los puertorriqueños y las puertorriqueñas; Puerto Rico está de pie, unido; seguro de sí; listo para enderezar sus finanzas. Y Puerto Rico unido es más fuerte que cualquier problema.
La acción tomada por las agencias acreditadoras de degradar el crédito del gobierno y de las corporaciones públicas es muy seria. De entrada, encarece el financiamiento de las obras públicas y le aumenta los intereses a los préstamos que sería prudente tomar para estimular y generar liquidez. Además, acelera el vencimiento de algunos préstamos, lo que nos obliga a identificar efectivo de inmediato. Igualmente, tiene consecuencias para el capital puertorriqueño.
Este problema no surgió de la noche a la mañana. Hay que reconocer que en los últimos años se triplicó la deuda del gobierno llevándola a setenta mil millones. Se gastaba lo que no tenían, y para cuadrar, se cogía prestado.
El endeudamiento sustituía la expansión industrial.
Ahora bien, no es momento de mirar atrás. Mi gobierno no es el responsable de la degradación, pero se hace responsable de sacar al país de ella.
Cuando llegamos al gobierno, dimos la batalla con todo sobre la mesa para evitar la degradación. Pusimos toda nuestra voluntad y he contado con muchos de ustedes en manifestaciones reiteradas de confianza. Cumplimos con todo lo que se nos sugirió pero, aun así, decidieron en contra nuestra. No fue posible revertir en 12 meses décadas de endeudamiento.
No fue en vano, pues todo ese esfuerzo nos permitió estar listos ahora. Eso sí, tenemos que movernos más rápido aún a cuadrar definitivamente las finanzas públicas. El plan requiere que actuemos en dos frentes diferentes pero relacionados: en el fiscal, el foco estará en reducir los gastos del gobierno, maximizar nuestra capacidad de recaudos y allegar liquidez al Banco de Fomento; y en el económico, el foco continuará en estimular la inversión y el empleo. Ambos temas son vitales, pero hay que entender que es en la recuperación económica en donde se encuentra la solución definitiva al problema que enfrentamos. Este plan ya está en marcha. Quiero compartir con ustedes algunos ejemplos de lo que estamos y estaremos haciendo.
En lo fiscal:
- Reduciremos en $170 millones el gasto del año fiscal corriente. Buena parte de la reducción estará en los contratos de las agencias. Que quede claro, lo lograremos sin un solo despido.
- Renegociaremos los préstamos cuyos pagos se aceleran por la degradación y continuaremos trabajando en alternativas de financiamiento.
- Aumentaremos nuestros recaudos reforzando las medidas contra la evasión contributiva. La justicia del sistema no puede permitir una carga mayor sobre el ciudadano honesto. El evasor no solo se burla del gobierno; sino que agrede al puertorriqueño honesto. El Departamento de Justicia actuará de inmediato, con toda severidad sobre el tema.
- Además, adelantaremos los estudios en curso para proponer, en menos de un año, lo que será una nueva estructura contributiva que permita mejor balance entre todos los sectores del país y promueva el desarrollo económico. Esos estudios incluirán la reevaluación del IVU para ponderar si es la mejor alternativa para todos, tomando en cuenta la deuda emitida contra esa fuente.
- Pondremos a las corporaciones públicas en cintura. Las corporaciones públicas tienen que asumir la responsabilidad por los resultados de sus operaciones. No pueden pensar que el fondo general seguirá siendo el salvavidas de sus recursos.
- Voy a presentar un presupuesto balanceado. Eso quiere decir que no voy a tomar préstamos para cuadrar el presupuesto. Esto no sucede desde hace muchos años. Para lograrlo, reduciremos en, por lo menos, 800 millones el gasto del gobierno, lo que necesitará de algunas medidas contundentes:
- Mantener los puestos del gobierno al nivel actual como máximo;
- Reducir en 10% adicional la nómina de confianza; lo que representará 20% menos en este renglón, que cuando comencé como gobernador.
- Reducir el costo de los servicios profesionales en 10% adicional;
- Todo ente gubernamental tendrá que hacer los ajustes necesarios para recibir igual o menor presupuesto que el actual, sin comprometer los empleos.
Como dije antes, tanto o más importante que la corrección fiscal es continuar impulsando nuestro desarrollo económico:
- A través del año, hemos hecho esfuerzos sin precedentes por expandir y diversificar nuestras fuentes de empleo. Pronto, les daré más detalles sobre las nuevas líneas que diversificarán nuestra capacidad industrial en toda la isla: desde las ciencias vivas y la economía del conocimiento, y desde las industrias aeroespaciales, la agricultura y el turismo.
- Echaremos adelante obras públicas que suman muchos cientos de millones de dólares.
- Intensificaremos los esfuerzos para que el costo de la energía continúe bajando;
- Trabajando junto a los distintos sectores, corregiremos las trabas que hoy dificultan la inversión;
- Mantendremos el énfasis en la educación de nuestros jóvenes para que se atemperen constantemente a la demanda de la competencia económica mundial;
En esta tarea, no hay varitas mágicas. Todos tenemos que poder ser gestores de la solución. Se ayudan a ustedes, y ayudan a la economía del país.
Esos son algunos de los primeros pasos de lo que haremos en lo fiscal y en lo económico.
Compatriotas, estos son tiempos para la toma de decisiones que no se debieron posponer; son tiempos de construcción del Puerto Rico que se merecen nuestras hijas y nuestros hijos.
Demostremos que Puerto Rico está de pie; unido; y seguro de sí. Puerto Rico unido es más fuerte que sus problemas más severos; más grande que sus mayores retos.
A ti que me escuchas en tu hogar, o en tu trabajo o en tu carro... para lograr el país que queremos les hago un llamado a que hagamos causa común con Puerto Rico. Les pido que nos mantengamos unidos, firmes. Ni un paso atrás. No va a ser fácil; pero hay que hacer lo que es correcto... hay que hacer lo que hay que hacer.
Y así, fieles a nuestra conciencia puertorriqueña por encima de cualquier otra consideración, puesta nuestra confianza en Dios, no tengo duda: Puerto Rico vencerá.
Muchas gracias y que Dios les bendiga.