Ceremonia de ascenso de rango en la Policía de Puerto Rico
MENSAJE DEL GOBERNADOR DEL ESTADO LIBRE ASOCIADO DE PUERTO RICO,
ALEJANDRO J. GARCÍA PADILLA
en ocasión de la
CEREMONIA DE ASCENSO DE RANGO EN LA POLICÍA DE PUERTO RICO
Conservatorio de Música
22 de agosto de 2013
1:00 PM
Es para mí una ocasión de mucho orgullo presidir esta ceremonia de otorgación de ascensos a oficiales de la Policía de Puerto Rico. Cincuenta y siete miembros del Cuerpo asumen hoy mayores responsabilidades, pero lo hacen con el mismo espíritu profesional que les ha hecho merecedores de esos ascensos. Los nuevos galones que reciben 51 hombres y 6 mujeres, significan mucho más que alcanzar otro peldaño en una carrera exitosa. Quiere decir que el país reconoce y distingue su valor en el empeño que todos compartimos de alcanzar mayores niveles de seguridad y tranquilidad social para el país que amamos y donde criamos a nuestros hijos.
Los policías –oficiales y no oficiales– no son meros agentes del orden público, encargados de vigilar, intervenir y frenar la delincuencia y el crimen. Son servidores de primera línea en crear las condiciones para un país con más oportunidades, con crecimiento económico, con mayor aprovechamiento escolar. Los policías y su oficialidad son agentes en la transformación de Puerto Rico. Cada vez que nuestra uniformada interviene e incauta droga; arresta a un molestador de niños; detiene al que ha cometido fraude contra un envejeciente; frena actos de violencia doméstica, no está sólo cumpliendo con el deber policíaco sino con un deber de patriotismo cotidiano, es decir, dar lo mejor de sí por su país y por sus semejantes todos los días, todas las horas.
Desde que asumí la gobernación, he procurado atender con premura y respeto las necesidades para el desempeño de su labor y los justos reclamos de la Policía por compromisos contraídos con anterioridad. La palabra empeñada con la Policía debe ser honrada. Las condiciones fiscales del gobierno no son las mejores. Eso ustedes lo saben. Quizás tardemos un poco más en satisfacer los compromisos, pero nunca duden de la voluntad de cumplir que tengo.
En estos primeros meses en el cargo, he firmado una serie de órdenes ejecutivas que se dirigen a mejorar las condiciones de trabajo, los equipos y los recursos profesionales para que puedan los policías rendir con mayor efectividad y protección su labor. Algunas de las acciones tomadas han sido las siguientes: activación de la Guardia Nacional para ayudar en la vigilancia de costas y aeropuertos; la agilización en los trámites para que la policía pueda adquirir bienes y servicios sin tardanzas innecesarias; lograr una mayor conectividad a través del Internet con bases de datos locales y federales que nos pongan en mejor posición para identificar a los delincuentes, entre otras. Además, se ha autorizado mediante Orden Ejecutiva del 9 de mayo de 2013, el pago del exceso acumulado de licencias por enfermedad correspondiente al año 2012, y en julio, la dotación de sellos auto-expreso a los agentes para cubrir los gastos incurridos al desplazarse desde y para sus residencias. Me comprometo a seguir destacando recursos adicionales en la medida en que lo permita la situación fiscal. Nunca quedará sin respuesta una petición de la Policía.
No hay mejor señal del profesionalismo de la Uniformada que las estadísticas en descenso en muchas de las categorías de delito. Podemos decir que cerramos julio con reducciones significativas en todos los delitos tipo 1 en nuestro país. En asesinatos un 12.1%; en violaciones, un 7,1%; en agresiones agravadas un 15.3%. En delitos contra la propiedad, hay una reducción de 7% en escalamientos y un 3.5% en robo de autos. Quiero que se lleven hoy la satisfacción por el deber cumplido expresada en números, en estadísticas serias y honestas que hemos compartido con el Procurador de Justicia Federal, Eric Holder, que como saben, estuvo hace poco en Puerto Rico y que como yo, tiene confianza renovada en la Policía de Puerto Rico. Y no lo vamos a defraudar. Sé que no podemos aún cantar victoria. Contentos no estamos. Sé que ustedes tampoco. Y que vamos a redoblar esfuerzos porque la reducción sea más significativa aún.
Mucho va a depender del liderato que muestre la Policía y estoy seguro que van a responder con creces. Desde el Superintendente - y aprovecho para felicitar al Súper Pesquera por una labor bien hecha- hasta cada uno de los oficiales. Hoy 57 de ellos ascienden en rango. Hace una semana mientras encabezaba la ceremonia de premiación Manuel A. Pérez a los servidores públicos destacados, señalé que uno de los grandes logros de la democracia era establecer el mérito, no el nacimiento, ni la riqueza ni el enchufe como el criterio para crear y fortalecer una administración pública eficiente. A veces como país hemos fallado en regirnos por el criterio del mérito. No podemos fallar en eso. Esta ceremonia es prueba de que la Policía está más fortalecida cuando observa y estimula que el mérito distinga a sus oficiales.